TRATAMIENTO HABITUAL DE VIRUELA


Un caso típico de viruela no se confundirá probablemente con ninguna otra enfermedad. Un caso ligero que presente tan sólo pocas lesiones, puede diagnosticarse como viruela loca o varicela. La gravedad de la enfermedad, que puede llevar incluso a la muerte, estaba ligada con el número y clase de lesiones de la piel: si cubren una buena parte de la superficie o si aprecia una hemorragia en el área alrededor de las vesículas o pústulas. Por tanto, el temor reside en el ataque virulento del virus sobre los tejidos corporales. Una vez contraida la enfermedad no había un tratamiento específico, pero se administraban antibióticos para intentar prevenir infecciones secundarias de las pústulas por bacterias de la piel. Igualmente, los buenos cuidados eran esenciales, poniendo especial atención en la boca, ojos, orejas y piel. Al igual que la varicela, el exantema de la viruela puede dejar cicatrices sobre todo en la cara. En algunos casos, afectaban a los ojos, produciendo lesiones en la córnea que incluso podía producir ceguera.
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