OTRAS EQUIVALENCIAS


Todos los azúcares resultan equivalentes, los de la miel y la fruta tienen los mismos efectos que la sacarosa o azúcar común: no son ni mejores ni peores para la salud, ya que todos entran en el mismo circuito digestivo y metabólico que tiene como intermediario la glucosa sanguínea.

Las equivalencias entre glúcidos tienen escaso interés, porque el organismo tolera grandes variaciones diarias.
Las equivalencias entre lípidos afectan sobre todo a las proporciones de los diversos ácidos grasos, saturados o insaturados; en este caso, la principal recomendación es dar preferencia a los aceites vegetales tanto para condimento como para la cocción.

En cuanto a las vitaminas y sales minerales, las cantidades son tan pequeñas y variables dentro del mismo grupo de alimentos y la misma variedad, y según la modalidad y el lugar de cultivo, que el concepto de equivalencia ya no es válido: ningún alimento puede sustituir verdaderamente a otro.

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